- 1. Obtención de un alto grado de confort
- 2. Respirar aire renovado en todo el espacio interior y ausencia del ruido exterior
- 3. Ausencia de peligro de moho y condensaciones en las paredes, asegurando la durabilidad de los materiales
- 4. Gastos en calefacción y aire acondicionado irrisorios
- 5. Un ambiente interior mejorado radicalmente, evitando así el Síndrome del Edificio Enfermo
¿CUÁLES SON LAS VENTAJAS DECISIVAS DE LOS EDIFICIOS PASIVOS?
LOS EDIFICIOS PASIVOS: HACIENDO MÁS POR MENOS
Jugando en su propia liga
Los edificios construidos según el estándar Passivhaus ó Casa Pasiva combinan el confort con un bajo coste de consumo tanto en calefacción como en aire acondicionado. Los elementos clave que diferencian el estándar de construcción Casa Pasiva son principalmente una buena capa de aislamiento térmico, ventilación con recuperación del calor y un compromiso de calidad tanto en el diseño como en la ejecución por parte de los profesionales de la edificación.
Sin embargo, en cuanto a la apariencia exterior del edificio, el hecho de ser una casa pasiva certificada no implica que impacte visualmente con sus edificios vecinos convencionales: Casa Pasiva es un procedimiento que no implica cuestiones estéticas. Siempre que el edificio cumpla con los estrictos requisitos técnicos del estándar, los proyectistas y promotores tienen libertad de elección estética y material para llevarlo a cabo.
Edificios adaptados al clima
El estándar de construcción Casa Pasiva es versátil en cuanto a su implantación y pueden certificarse edificios construidos en todo tipo de clima, ya que el procedimiento general es siempre el mismo. Lo que varían son las características de los sistemas constructivos dependiendo de las condiciones climáticas del lugar. Por ejemplo, en climas templados, hay que centrar esfuerzos en aquellas medidas de enfriamiento gratuito como son, entre otros, los sombreamientos y la ventilación natural, asegurando el confort interior durante los meses de calor. Las propiedades específicas de una Casa Pasiva deben optimizarse en las condiciones climáticas locales.
Más confort, Menos energía. Pero ¿Cómo?
Para estos edificios es esencial una buena planificación y ejecución de los mismos. Estos dos factores y un compromiso profesional acreditado aseguran la demanda escasa de energía: 10 velas "calientaplatos" o incluso el calor humano que emiten 4 personas son suficientes para mantener caliente una habitación de 20 m² dentro de un edificio pasivo certificado, incluso en días de frío extremo. Es evidente que un edificio no se puede calentar constantemente con velas, así que se utilizan sistemas de acondicionamiento de alta eficiencia, centrando esfuerzos en las máquinas de ventilación mecánica con recuperación del calor, que también aseguran la calidad del aire interior. Los edificios certificados como Casa Pasiva alcanzan en su interior niveles de confort asombrosos también en verano, así que la necesidad de instalar sistemas de aire acondicionado se reduce. Simplemente se trata de gestionar bien los flujos de energía que suceden dentro del edificio, asegurando la ventilación.
La energía más barata es la que no se gasta
Los edificios pasivos conceptualmente van de la mano de la eficiencia energética. En todo un año, un edificio pasivo utiliza la energía correspondiente a 1 litro y medio de gasóleo o 1.5 m³ de gas natural (15kWh) para calentar un metro cuadrado de cualquier habitación. Aproximadamente ¡Supone un ahorro del 90% del gasto energético con respecto al acondicionamiento en invierno y verano para un edificio convencional! En comparación, un edificio nuevo convencional aún necesita en torno a 6-10 litros (o incluso más) de gasóleo al año para calentar un metro cuadrado en un año.
¿Cuál es el truco de los edificios pasivos?
- 1. Una buena capa de aislamiento térmico
- 2. Aislamiento y colocación minuciosa de las ventanas de manera que no permitan la filtración de aire
- 3. Un sistema de ventilación con recuperación del calor interior, punto clave para conseguir ahorros energéticos considerables
- 4. Una envolvente que impide la filtración del aire
- 5. Tratamiento minucioso de los puentes térmicos en las fases de diseño y ejecución del edificio

Los comienzos del estándar
En mayo de 1988, Wolfgang Feist y Bo Adamson se replantearon la manera de diseñar los edificios para que éstos resultase ser sostenibles y eficientes desde el punto de vista energético. Centrándose en la investigación y con la ayuda de los arquitectos Bott and Ridder, Feist se determinó en construir la primera casa pasiva, finalizada en 1991 en Darmstadt-Kranichstein, Alemania.
Así, Feist mostró una posibilidad de futuro para la construcción que incluyese la eficiencia energética, el confort adecuado, que fuese asequible económicamente y la calidad del aire interior. La casa construida en Darmstadt-Kranichstein, ocupada por 4 familias, todavía asegura estos conceptos anteriores tras más de 25 años: el gasto anual de energía medido se ha consolidado a menos de 15 kWh por metro cuadrado de espacio habitado, año tras año.
Garantía de cara al futuro
A lo largo de las 2 últimas décadas, el estándar de construcción Casa Pasiva ha ido adquiriendo popularidad y se ha comprobado que supone un acercamiento de confianza en las diferentes regiones climáticas con más de 50 000 edificios construidos en todo el mundo, según datos del 2013. Hoy en día, construir desde el concepto de Casa Pasiva no sólo supone una inversión ventajosa, sino que simplemente tiene sentido.

¿PREGUNTAS?
¡AQUÍ ESTÁN LAS RESPUESTAS!
¿Qué es eso de "pasivo"?
Un edificio pasivo necesita muy poca energía para mantener el confort interior. Con estas características, puede considerarse como Edificio de Consumo Energético Casi Nulo -ECECN-. De esta manera, el concepto de "pasivo" se refiere a que este tipo de edificios no necesita casi aparatos activos -calderas y aire acondicionado- para habitarse en condiciones óptimas durante todo el año. ¿Cómo es posible? Gracias al aislamiento térmico, una ejecución minuciosa y la gestión de los flujos de calor mediante la recuperación del calor con la ventilación controlada.
Todo unido a la utilización mínima de las instalaciones, apostando por el uso de energías renovables y haciendo resurgir el hecho constructivo y arquitectónico de las edificaciones.
¿Un edificio hermético?
¡Pero si una casa necesita ventilar!
Las filtraciones de aire a través de los huecos y las juntas mal selladas en los edificios convencionales se sienten dentro de las habitaciones como pequeñas corrientes de aire. Sólo hace falta acercarse a una ventana mal instalada para notar dicha corriente o bien apreciar el vaho asomando por los cristales durante los días fríos. Esta ventilación indirecta, por llamarlo de alguna manera, no asegura una calidad ambiental interior per se, y por eso se necesita abrir las ventanas alguna vez a lo largo del día para renovar el aire.
Una envolvente hermética asegura que no existen huecos ni filtraciones no deseadas y, por lo tanto, es necesaria la instalación de un mecanismo de ventilación controlada que asegure a calidad del aire dentro del edificio. Se aprovecha también ese sistema para recuperar el calor del aire viciado para calentar el aire fresco entrante. De esta manera y gracias a filtros y amortiguadores de ruido ¡Se asegura un ambiente de alta calidad interior y hermético!
¿Qué características especiales tienen las ventanas certificadas?
Las ventanas no sólo permiten la entrada de luz natural a las habitaciones, también suponen un elemento clave en la entrada de calor del Sol a través de ella. Es por eso que, las ventanas certificadas para edificios pasivos están diseñadas para sacar el máximo partido a las ganancias de calor gratuito en invierno, y también están compuestas por aislamiento térmico para evitar la excesiva entrada de calor -sobrecalentamiento- en los días de calor.
¿Se pueden abrir las ventanas en un edificio Pasivo?
¡Por supuesto que se puede! De todas las maneras, sentirás que no necesitas abrir la ventana para ventilar durante la mayor parte del año. En los edificios convencionales, los ocupantes deben abrir las ventanas a menudo para renovar el aire interior debido a transpiración propia del cuerpo humano, olores producidos en cocina, el vaho de los baños e incluso la transpiración de las plantas, en fin, para renovar un ambiente cargado.
Para asegurar la calidad del aire interior como el de un edificio pasivo, el edificio convencional debería ventilar abriendo las ventanas muy de vez en cuando día y noche. Como esto no es posible ni viable, la mayoría de las viviendas, escuelas y oficinas a menudo tienen problemas de concentración de CO2 que influye en la salud de sus ocupantes, derivando a veces en Síndrome del Edificio Enfermo.
Los edificios pasivos certificados son distintos. El sistema de ventilación asegura la calidad del aire interior ya que funciona de manera automática y continua a lo largo del día. El resultado es un edificio sin corrientes, sin rincones fríos y con un suministro constante de aire fresco. Es más, los filtros mantienen a raya el polvo, el polen y otras partículas nocivas para la salud de las personas, especialmente si son alérgicas o padecen asma, sensibilidad fotoquímica, etc.
¿Está asegurado el confort en las Casas Pasivas en días de calor extremo?
Un edificio pasivo está muy bien aislado por paredes, suelo y techo. Este aislamiento funciona tanto para invierno como para verano.
Las ventanas disponen de sistemas de sombreamiento móvil como persianas, toldos, lamas, ... para evitar la entrada de calor solar en días de calor extremo.
En muchos casos puede practicarse también la ventilación cruzada combinando la apertura de ventanas con el aparato recuperador de calor en función by-pass.
